miércoles, 16 de septiembre de 2009

Cosas

Es genial ver cómo los pececitos de al lado se hacen mierda entre ellos cuando les tiras un cacho de comida. Cuando iba al Jardín Japonés, era la diversión de toda la familia verlos luchar. Era como una apología del neo-cristiano-fascismo.

Ah, la naturaleza...

"Bienvenido a Te digo más: Ahora en cursiva!"

Creo que fue un error escribir todo en cursiva. En ciertas computadores no se ve bien.. en la mía sí, por eso lo hice.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Ya no se dice más...

... "vaquero". Por lo menos hasta hace 5 años, la gente les decía así a los jeans.

martes, 18 de agosto de 2009

Ay, Negro, Negro...

¡Cómo me molesta que Dolina no devuelva mis llamados!

domingo, 2 de agosto de 2009

267

La otra vez llamé a Telefónica… Me atendió un chico de voz triste, o eso se percibía. Me dio tanta pena, que cuando me fui a quejar de no sé qué factura, estuve a punto de decirle:

“Llamaba para decirte que todo está bien, y que vos vas a estar bien”

Pero el hecho de que me quisieran cobrar $267 de más, fue más fuerte que mi compasión.

(Dibujo de Juli_mt, especial para la ocasión)

Pisería

24 Diciembre 2008 a 2:05 am (Uncategorized) 

Uno sabe que tocó fondo cuando los de la pizzería reconocen por sí mismos la dirección:

(Viernes a las 10 de la noche. Una vez más, Reiki no quiere cocinar)

PIZZERÍA- Pisería…

TINO- Hola, qué tal? Me mandarías una docena de empanadas?

PIZZERÍA- Sí, dígame la dirección

TINO- Cosquín 1611

PIZZERÍA- Ah! ¿Ustedes pidieron hoy al mediodía, no?

TINO- Ay, sí..

PIZZERÍA- Entre Ringuelet y 26 de Abril, ¿no?

TINO- Ehh… sí, sí.

PIZZERÍA- Ah, ok. Te mando al mismo de hoy.

TINO- Bueno…

PIZZERÍA- Chau, che

Detesto..


.. los soquetes. Esos que son como medias, pero cortitas y que te aprietan el talón la mayoría de las veces. (Iba a poner una foto de soquetes, y encontré esto en Google)

"BONJOURRR.. PEDAZO DE SOQUETES!"

Hasta Willie los odia

miércoles, 29 de julio de 2009

Problemas en San Juan

La Revista RUMBOS no se distribuyó el domingo en San Juan.

Joe Lingotes se transformó en Joe Führer

Todos los domingos usted recibe juntamente con el Diario de Cuyo la Revista Rumbos. El domingo 7 de junio no fue distribuida debido a que el tema prioritario que trata es la minería a cielo abierto que utiliza cianuro. Habla de la contaminación del río Las Taguas que nace en Veladero, este es afluente del Rio Jachal. Ahora vemos el apuro de Joe para hacer el acueducto y no envenenar a los Jachalleros. Este es un acto propio de una dictadura porque creemos que el gobierno y la minería deben haber presionado al diario para que no lo distribuya. Esta actitud no muestra la histórica conducta del diario de Don Francisco Montes. Lo que ha sucedido es gravísimo, los sanjuaninos deben conocer lo que dice la nota sobre la minería y la posición del gobierno es que el pueblo no la lea. EL PUEBLO QUIERE SABER DE QUÉ SE TRATA. Conozca cómo manipulan la opinión pública en San Juan.

http://www.diariolibre.info/secciones/noticias/nota.php?id=8841

martes, 30 de junio de 2009

Cosas

Uno de mis jefes tiene auto, vive en Parque Leloir, y viene y se va en bici del trabajo. Muy genial.

lunes, 29 de junio de 2009

Historia de Mujer y Aguinaldo

Hay una mujer que vive en Ituzaingó, mi barrio. Muchos la deben haber visto, caminando por la estación, o acostada en su colchón de cartones. No tiene nombre, así que acá la llamo "Mujer". Tiene un perro.. que tampoco tiene nombre; decidí llamarlo "Aguinaldo". Él y Mujer siempre van juntos, ya sea caminando o descansando. Mujer, no tiene buen aspecto: anda en trapos donados o tirados, según su suerte. Zapatillas desgastadas, el pelo enmarañado, la cara arrugada y oscura, y las uñas sucias. Tiene una bufandita azul, para los días de frío. Está sola, pero habla con Aguinaldo, quien sólo le responde cuando ella fuma un porro. Si siente ganas de estar sola, o de que no le hablen, no fuma. No fuma, porque así Aguinaldo se dedica a ser perro. Cada vez que fuma, Aguinaldo se pone a hablar. No para, y se queja porque no tiene comida, o porque Mujer ya no le acaricia el lomo. Recuerda en voz alta épocas felices, en las que solían acariciarse el uno al otro. Y le demanda más cariño a Mujer, a los gritos a veces. Entonces es cuando ella deja de fumar. No está para que le hagan reclamos, porque ella tiene mucho que reclamar.
Una vez, encontró unas llaves en el suelo. Eran 5 ó 6, no las supo contar. Las guardó durante meses, como un tesoro. Y al cabo de incontables porros, las tiró. Al fin y al cabo, no tenía puertas que abrir. No tenía un lugar seguro para ellas, y no podía mantener tres cosas.
Hace poco, descubrió un espacio en la estación que le sirve de refugio. Solía vivir en el túnel del tren, pero había mucho ruido y mucha gente. Este nuevo lugar, era muy accesible, y a la vez, estaba aislado. Era un pequeño cuadrado en el que una escalera jugaba el rol de techo. Estaba al aire libre en una de sus paredes. Allí colocó sus cartones, y allí fuma cuando tiene algo que contarle a Aguinaldo.
Él, algunas veces se pregunta por qué la sigue, por qué no la puede dejar. De cualquier manera, ella no lo quiere escuchar, no lo quiere acariciar, ni siquiera le da comida. Y sin embargo, siempre a su lado.

Lo que puede llegar a hacer el calentamiento global

 MSN Corporation, realizó un estudio sobre el efecto del calentamiento global en los próximos 5 años. Las temperaturas de todo el país, oscilarían entre los 49 y 74 grados. Salimos a la calle con nuestro móvil, presentando a Manuel Oreiro (el primo de la Nati) como reportero, para conocer la opinión de la masa. /Se reserva el anonimato de los entrevistados/

Jonás: "Y.. va estar caluroso el tema (risas)"

Príncipe de Nápoles: "Bueno, yo creo que tenemos que ponernos desde ahora con este tema y dejar de tirar los folletos de tarot al piso."

Hernán, de Olavarría: "No me jodas.."

Augurio de Sol: "Mirá, creo que este es un tema que tienen que resolver las autoridades de cada provincia por separado. Acá en Buenos Aires, no va a estar tan mal: dentro de todo, 52° no es un temperatura tan alta. El tema es en países como Chaco, donde la gente no tiene para comprarse ni una bolsa de rolitos."

Por su parte, el nuevo Jefe de Gabinete, el Dr. Juan Alberto Kunam, advirtió que "el dengue se va morir de calor":

"Yo lo único que le pido a la gente es que abran sus mentes, y liberen sus cuerpos", dijo el magnate del Pop, Micky Vainilla. 

Cumple 35 años el primer scanner de código de barras

¡Feliz Cumpleaños, primer scanner de código de barras!

Ahora, yo me pregunto: ¿y el cumpleaños del primer código de barras cuándo es?

domingo, 7 de junio de 2009

Me pasa que..

¿Hablar solo es símbolo de soledad o es un indicio de conocimiento de sí mismo? Me pasa que, normalmente, ando sola todo el día, y a la noche estoy con gente... y no tengo ganas de hablar, cuando hace un tiempo solía ser elocuente, casi verborrágica. Uno no se da cuenta de que por ciertas circunstancias, cambia y puede llegar a convertirse en otra persona. O al menos, a transformar una parte que se creía estable.

Cultura Callejera

Frases del Héctor, el Linyera Musulmán

* "La Paciencia es la ciencia de la Paz. Cuando se termina, comienza la ciencia de la guerra."

* "Una verdad a medias puede convertirse en una perfecta mentira."

* "El formular cargos sin fundamentos es una técnica muy antigua: se trata de la calumnia. Lo único que queda en ese caso es la defensa personal."

* "A mí me pueden comer tranquilamente. Cuando esté muerto, no tengo problema."

* "Paz sobre la Tierra, y sin conflictos."

domingo, 17 de mayo de 2009

Escribiendo chiquito

A: "Che, mirá la mano que dibujé"
B: "¡Pero le falta un dedo!"
A: "Ajá"
B: "¿Y qué vas a hacer?"
A: "No sé"
B: "Dibujáselo"
A: "¿Para...?"
B: (Mira extrañado) "Y... para..." (se va)

A es misterioso

Blanco

Mi esposa sugirió el sofá blanco. Pero el color blanco siempre fue extraño para mí. No sólo por las innumerables manchas en las remeras sino, además porque me recordaba a la última vez que vi a mi viejo. Estaba vestido con una camisa blanca. Y un pantalón negro. Ah, y un moño blanco, también. Tan blanco que hacía de su piel, un montón de carbón nuevo. Los zapatos, no me acuerdo. Yo, que pensaba que mi viejo toda la vida iba a estar de camiseta, hoy moría de camisa. Como queriendo morir siendo alguien más. Al menos, así lo veía mi mamá. Ella tenía la impresión de que si le cambiaba la ropa, no era él quien se moría. No lo decía, pero yo sabía que así era. Porque nunca iba aceptar ese hueco que él le estaba dejando en su vida. Así, entonces, lo vistió ella misma. Ella misma levantó su cuerpo segregado de toda alma, de toda vida, y lo vistió de camisa blanca, de pantalón negro. Cuando mi viejo nunca había usado un pantalón de vestir, y aún menos, un moño.
Ese día, lo llevaron en un auto largo. Yo era de corta edad, y el auto se me hacía interminable. Era negro, y brillaba de limpio. Lo pusieron en una cama, (o al menos, a mi me parecía un cama, hasta que le pusieron la tapa). Mi mamá me subió a un auto, no recuerdo cuál, y así viajé hasta la estación, lento y siguiendo al auto en el que dormía mi viejo.

Siempre me voy a acordar de toda las personas que estaban paradas, hablando unas con otras, en voz baja, triste. Las que estaban sentadas, eran viejas que yo no conocía, y que estaban vestidas con joyas y chales, muy maquilladas, y de negro. Otras lloraban, la mayoría de a golpes. Una mujer me levantó y me sostuvo en sus brazos un largo tiempo. Pero no me dijo nada. Era una chica, vestida de negro, como todos. Cuando me bajó al piso, recorrí la sala. Un enorme aro de flores, con una inscripción en el medio que yo no supe leer, decoraba la entrada. Pero flores había en todo el lugar. De hecho, cada rincón tenía un arreglo. Y así, y todo, la sala era lo más triste que yo había visto. Seguí caminando, di la vuelta a una pared y entonces lo vi.
Le habían destapado la cama, y mi viejo seguía durmiendo. De camisa, pantalón y moño. Lo miré, como solía mirarlo cuando tomaba una siesta al sol. Pero no lo desperté. Nunca lo había despertado de una siesta. Me pareció extraño que la estuviera tomando a la madrugada, pero nunca lo había cuestionado, y no iba a empezar ahora. Una mujer apareció de golpe detrás de la pared, asomando la cabeza con miedo, pero apenas vio a mi viejo, ahogó un grito con las manos, estalló en llanto y volvió a donde estaba. Yo me alegré porque el grito no lo había despertado.
En eso estaba, mirando a la mujer, y me di vuelta de nuevo. El viejo ahora estaba sentado en la cama. Se había desabotonado la camisa, y el moño lo había tirado al piso. Las piernas estaban flexionadas, y tenía los codos apoyados sobre las rodillas. Sacó un paquete de cigarrillos del bolsillo, y fumó uno que estaba bastante maltratado. Me miró, y sonrió. Yo no le devolví la sonrisa.
Se puso el cigarrillo en la boca, y con las dos manos libres, se desabotonó el resto de la camisa blanca. Primero, corrió una manga, luego la otra, hasta que quedó en camiseta. Se sacó el pantalón negro, y reveló bermudas.
Entonces, no sé de dónde sacó ojotas, se las puso sobre las medias, encastrándolas entre el dedo gordo y el de al lado. Pegó un saltito hasta el piso, y se largó a caminar. Me pasó la mano por la cabeza, y salió caminando de la sala, esquivando personas de negro, flores, llantos, joyas, pero sobre todo, llamadas. Lo llamaban por su nombre, lo tocaban y trataban de detenerlo. Pero se desprendió de todo y de todos, y salió a la calle, así como estaba, en camiseta y bermudas, se sentó en el cordón y tiró el pucho a la calle. Y recién ahí, pudo morir.

¿Eh?... ¡¿Eh?!

¿Alguien le preguntó a Belgrano si quería estar en un billete? En este país es así, las sorpresas son, irremediablemente, desagradables.

1° moderatto


Ella recordaba que su padre, luego de una discusión, abría la puerta enojado, salía y arrancaba la camioneta. Siempre temía que se fuera, que no volviera, y que todo se desvaneciera. Pero cuando escuchaba unos segundos después el portón abrirse, se aliviaba al saber que la estaba metiendo en el garage, que volvería. Y dormirían bajo el mismo techo, esperando otro día.

Y una noche, luego de una habitual discusión, su padre se dedicó a la conocida rutina, pero ella no escuchó el ruido del portón.

Esperó, sentada en la mesa, sola, con la comida ya levantada, a la cerradura cerrarse, a la camioneta acelerando por la rampa. Y no las escuchó.

Esperó más de media hora, allí sentada. Se arriesgó a mirar por la ventana. La camioneta estaba ahí, y sostenía a su padre con el volante. Él lucía cansado y furioso, ella lo miraba con ternura. Miró un instante sus manos, y alzó la mirada de nuevo, como si un hilo sujetase su cabeza, para ver cómo se iba su padre.

Al cabo de una hora, acostada por mandato de su madre, pero despierta indirectamente por su padre, escuchó el motor de la camioneta, la cerradura del portón, y el silencio de nuevo. La puerta del fondo se abrió, y los pasos cada vez más cercanos, la aliviaban enormemente. Su padre, creyéndola dormida, besó su frente y la arropó. Los pasos que siguiern, no se detuvieron hasta la puerta del fondo, la camioneta nuevamente y el portón abierto. Pero ella se durmió: era muy pequeña aún, y eso la confortaba.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Un mensaje de la Abuela Sauce para todos los niños que ya no juegan en la calle

"¿Qué nos pasa a los argentinos? ¡Estamos locos! Ahora resulta que los nenes ya no salen a jugar a la rayuela, al elástico, al fulbo, a lo que sea. Cuando yo era raíz, me la pasaba jugando con mis amigos al Paddle en la puerta de mi casa, y nadie te hacía nada, te quedabas hasta las 3 de la mañana jugando y no pasaba ni un auto,viejo, ni uno! Yo no lo puedo creer, loco, esto me indigna. Me fumo un porrito y se me va lo loco, pero esto no queda así, eh? todo' puto' salen ahora, todo' puto'!"
Este fue un mensaje de la Abuela Sauce para todos los niños que ya no juegan en la calle.